Nos gusta la fiesta, el brindis, la risa fuerte.
Un par de chicas me convidó a tomarme unos tragos hace unos días. La pasamos muy bien y terminamos contándonos un poco la vida. Tarde, a eso de las 3 de la mañana, me fuí manejando en mi auto bajo la lluvia y me perdí un un rato. Mojado. Mareado. Confuso. Muerto de la risa.
A comandante Mary no le vienen con cuentos. Las reacciones de los otros, de los estrellatos, son las mismas y al parecer, todos los caminos conducen a una Roma media enclenque.
Yo le dije a Comandate: "Disfrute cada día, como si fuera el último; viva día a día su romance"
_Eso hago poh_, me contestó, muy segura, como si desde hace bastante tiempo viviera al son del lunes a martes, de martes a miércoles.
Me sentí niño. Tonto. Huevón. Pero igual me reí fuerte.
Alph.
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