MALETA EN MANO
El martes pasado la fiesta duró hasta tarde. Tuvo algunas consecuencias típicas. Pero otras muy notables, como conocer al escritor de "Vidas ejemplares", libro con el cual rayé la papa a finales del 2003. Y en la mesa de Ópera Catedral pensé del autor que era un centro de egocentrismo. El artista que chorrea ego. Y no le dije en ese momento lo bueno que fue leer ese libro. Al otro día, cuando le envié un e-mail, le escribí al final:
"Yo me leí un libro tuyo, "Vidas Ejemplares". La verdad me perturbó un poco, en algunas partes. Pero lo encontré groso, con un buena historia. Y me acuerdo del incendio, y de esos amigos. Saludos. Alph".
Estos días han sido como en la época del colegio. Se acentuó el insomnio pese a que troto más y tomo leche tibia, aguas de huevaditas, cierro los ojos y medito, veo unas peliculillas soft que tengo por allí. Nada. Me he quedado despierto hasta tarde. Volvió el vampirismo.
Y mañana de voy al norte again. Voy al cumpleaños de Reifas, un mega súper dandy cool evento que según mi compadre, tiene preparado para que sus amigos lo pasen espectacular. Reifas, al igual que yo, siempre ha disfrutado mucho de la fiesta, de alzar la copa en las noches, de reirse fuerte, de dar dentelladas mientras se baila fuerte.
"Quiero que me atiendan como estrella de rock", le digo y bromeo por teléfono.
Saldré a cenar el sábado. Hay restaurante nuevo, con buena comida, me sopla mi papá, que me llamó tres veces cuando se encontraba entre unos camarones y un vino.
"Tú con mi vieja tienen la culpa de que me guste salir a comer".
Tengo mi maleta en mano. De seguro que serán dos días muy intensos y llenos de información: hay alguien que quiero que se separó y está con depresión, hay otro con problemas de plata, tengo que pedir que me fotocopien una carta, tengo que tomarme un té con mi abuelo, debo ir a hacer las malas compras con mi madre, debo interiorizarme de los dimes y directes de todos los señores Alpaca de América y Europa, tengo que dormir con mi sobrina, bañarme en la piscina, ir a sacar maracuyás y en la fiesta de Reifas, dar los respectivos saludos y Stand Still.
"Si no es fácil ser yo", recitaba un nick el otro día en Messenger.
Prometo fidelidad bloguera.
Alph.
"Yo me leí un libro tuyo, "Vidas Ejemplares". La verdad me perturbó un poco, en algunas partes. Pero lo encontré groso, con un buena historia. Y me acuerdo del incendio, y de esos amigos. Saludos. Alph".
Estos días han sido como en la época del colegio. Se acentuó el insomnio pese a que troto más y tomo leche tibia, aguas de huevaditas, cierro los ojos y medito, veo unas peliculillas soft que tengo por allí. Nada. Me he quedado despierto hasta tarde. Volvió el vampirismo.
Y mañana de voy al norte again. Voy al cumpleaños de Reifas, un mega súper dandy cool evento que según mi compadre, tiene preparado para que sus amigos lo pasen espectacular. Reifas, al igual que yo, siempre ha disfrutado mucho de la fiesta, de alzar la copa en las noches, de reirse fuerte, de dar dentelladas mientras se baila fuerte.
"Quiero que me atiendan como estrella de rock", le digo y bromeo por teléfono.
Saldré a cenar el sábado. Hay restaurante nuevo, con buena comida, me sopla mi papá, que me llamó tres veces cuando se encontraba entre unos camarones y un vino.
"Tú con mi vieja tienen la culpa de que me guste salir a comer".
Tengo mi maleta en mano. De seguro que serán dos días muy intensos y llenos de información: hay alguien que quiero que se separó y está con depresión, hay otro con problemas de plata, tengo que pedir que me fotocopien una carta, tengo que tomarme un té con mi abuelo, debo ir a hacer las malas compras con mi madre, debo interiorizarme de los dimes y directes de todos los señores Alpaca de América y Europa, tengo que dormir con mi sobrina, bañarme en la piscina, ir a sacar maracuyás y en la fiesta de Reifas, dar los respectivos saludos y Stand Still.
"Si no es fácil ser yo", recitaba un nick el otro día en Messenger.
Prometo fidelidad bloguera.
Alph.
0 Comments:
Post a Comment
<< Home