En el Campo de Urri

Despuès de pasar unos dìas en el campo y volver a la ciudad, sale a relucir el smog propio. Lleguè al sur el viernes pasado. Me fui con Crick en tren. A esa misma hora, Ruf me envìa un mensaje parodiando una canciòn de Los Prisioneros, que exige que no llamen pobres a los que viajan por ese medio. Las imitaciones a M.R que surgieron de imprevisto en el viaje, fueron tan divertidas y con tanta risa, que Crick comprobò que me bajè "meado" despuès de casi seis horas de recorrido. Y de madrugada, despuès que comer algo en casa de los padres de Crick, su hermano menor nos llevò al cruce de un tren, donde a los pocos minutos llegò Urri a recogernos. Media hora en auto màs, y por fin llegamos al campo sacado de postal, donde ya estaban los primeros amigos que festejaban a la cumpleañera. Unos tragos, una conversa y a dormir. Pero antes, conocì al señor Emily, que obviamente, me despertò las ganas de ser buen padre en un corto plazo. Es mejor que por fotos, y se convirtiò en el objeto de afecto del gran grupo. "Somos puros solos en este campo", pensè luego. Se lo contè a Emily al oìdo, quien aplaudiò de nervio. Los otros, y los que llegaron màs tarde, se acostaron casi de madrugada. El despertar fue temprano. Con el mordisqueo de una hojitas de parra matutinas y ya montado en la gran cama de Urri gran, me puse a escuchar su ùltima gran historia, que por cierto, deja a la mayorìa de mis otros amigos como unas personas que ha pesar de recorrer tanto, no les ha pasado nada. Increìble eso. "As+i no màs poh Alph, pero estoy tanquila...vos cachai ya que con esto soy sola, pero sola sola", rematò. Esa misma mañana, y despuès de un desayuno comunitario al ritmo de buenos pancitos amasados, los màs aperrados nos fuimos en camionata a bañarnos al Pozòn. Agua cristalina, rica, cero frìo, cielo nublado. Exquisito. Hay fotos de eso, que tomamos con la càmara de Jota. "Aaaagua clara bajo el puente, y en el puente vos y yo"....me carga musicalizar, pero es lo que hay y no se me va a pasar. Podrìa describir estos dos dìas como una celebraciòn divertida, con gente pululando por todos lados, entrando y saliendo a la casa, conocièndonos los olores, las caras de recièn despertado, la flojera, el mal humor, las llamadas por celular, nuestro grado de alcohol, de capacidad de conversa, y de calentura. Esta vez no hicimos reality. Eramos muchos. Fiebre se Sàbado por Huachi Huachi es el sector donde se encuentra la parcela Santa Margarita, donde està casona de Urri, en la comuna de Santa Bàrbara. Esa tarde, acompañè a la cumpleañera a comprar las ùltimas cosas para la big celebraciòn. Fuimos a buscar al DJ Pablo, gran compadre con el que nos vinimos tarareando èxito tras èxito musical, mientras hacìamos un recorrido por unos paisajes que quiero mostrar en algùn cortometraje, si me da la locura y la plata para hacerlo. Recibo en estos momentos una llamada telefònica y me interesa contestar, la segunda parte, sin censura, a la brevedad. Alph.